Hasta el 18 de noviembre, los delegados de casi 200 países intentarán insuflar nueva vida a la lucha contra el calentamiento global, ya que las múltiples crisis interrelacionadas que sacuden al mundo aumentan los temores de que se desvanezca en un segundo plano.
“Todas las crisis son importantes, pero ninguna tiene tanto impacto” como el calentamiento global, cuyos devastadores efectos “solo empeorarán”, martillaba el domingo Simon Stiell, jefe de ONU-Clima, durante la inauguración formal de la COP27.
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Pero los compromisos actuales de los estados signatarios, incluso si finalmente se respetaran, conducirían a un aumento de las emisiones del 5 al 10 %, poniendo al mundo en una trayectoria de 2,4 °C como máximo para finales de siglo.
Y con las políticas actuales, se avecina un catastrófico +2,8 °C, según la ONU. Por lo tanto, cualquier anuncio de nuevas reducciones en Sharm el-Sheikh será examinado de cerca.
Así como aquellos que ayudan a los países pobres y muchas veces a los más expuestos a los efectos del calentamiento global, aunque hayan contribuido poco a ello, con mínimas emisiones de gases de efecto invernadero.
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En un gesto que muchos activistas esperan que sea más que simbólico, los delegados de la COP27 decidieron en la apertura colocar el espinoso tema del financiamiento del daño ya causado por el calentamiento global en la agenda oficial de la conferencia por primera vez.
Ya suman decenas de miles de millones de dólares y se espera que crezcan con fuerza. Los países vulnerables exigen un mecanismo de financiación específico, a lo que los más ricos se resisten, por temor a que se cuestione su responsabilidad y argumentando que el sistema de financiación climática ya es lo suficientemente complejo como para añadir una capa adicional.
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La cumbre se lleva a cabo con dos grandes ausentes. El presidente chino, Xi Jinping, no vendrá a Egipto, y su homólogo estadounidense, Joe Biden, retrasado en las elecciones de mitad de período, pasará rápidamente a la COP el 11 de noviembre.
La COP27 no conducirá a una decisión, se espera que las discusiones continúen hasta 2024.
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