Pasterze, el glaciar más grande de Austria, se derritió “de dos a cuatro veces” más rápido en 2022 en comparación con el promedio de los últimos años, debido al calentamiento global, según el instituto meteorológico nacional ZAMG.
“Los resultados preliminares de la medición de otoño apuntan a un año extremo”, dijo el jefe del departamento de monitoreo climático, Marion Greilinger, en un comunicado el jueves.
“El grosor del hielo ha disminuido en 3,7 metros, incluso en la parte superior por encima de los 3.000 metros”, dijo, en comparación con los 1,6 metros anteriores.
En primavera, el espesor de la nieve en los Alpes nunca había sido tan bajo, y el polvo de arena del Sahara llegó a contaminarla.
Por lo tanto, absorbió más calor, derritiéndose más rápidamente y privando a los glaciares de su capa protectora desde el comienzo del verano. Luego, el hielo se sometió a una serie de olas de calor.
La alta tasa de derretimiento llevará a la muerte de la zona baja de Pasterze de diez kilómetros de largo, que forma parte del macizo Hohe Tauern (sur) en los Alpes orientales, antes de lo esperado, explica el instituto ZAMG.
El mismo fenómeno se observó este verano en todo el sistema montañoso alpino, donde se encuentran 4.000 de los 220.000 glaciares del planeta.
A principios de julio, el derrumbe de un enorme bloque del glaciar Marmolada en Italia mató a once personas y demostró la gravedad de la situación.
Alemania anunció la pérdida de un glaciar el lunes, mientras que un informe del miércoles reveló un derretimiento récord de los glaciares suizos este año.
Atribuido por los expertos al calentamiento global, este fenómeno contribuye al aumento del nivel del mar, la inestabilidad de la tierra y la sequía.
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