Ayuda y solidaridad en torno a los 10 menores desaparecidos en México
ROberto Márquez viajó 800 kilómetros desde Dallas, en Estados Unidos, hasta Agujita, en México, para transportar hasta el lugar del rescate el lienzo en el que pintó el destino de diez mineros atrapados durante nueve días en una mina de carbón inundada.
Este pintor mexicano de 60 años recorre el mundo para retratar tragedias, pero también la esperanza que emana de ellas, como en Agujita (en el norteño estado de Coahuila), donde se multiplican los gestos de solidaridad con las familias. de estos mineros de fondo.
“Debe ser un mensaje de apoyo a una situación que todos esperamos tenga un desenlace positivo. Esperamos que nuestros hermanos salgan vivos de esta”, dice el artista, desde Zacatecas (centro de México). el lienzo se extendía sobre un marco hecho por él mismo.
La obra, inspirada en el muralismo mexicano y en el “Guernica” de Pablo Picasso, es un tríptico de unos cinco metros de ancho por dos metros y medio de alto, con detalles zoomórficos donde podemos distinguir los pozos por los que se extrae el carbón. Sobre un fondo azul cielo, manos negras levantadas imploran la ayuda de un ángel cuyos brazos y alas extendidos parecen responder a su llamada, explica el artista.
Familiares de los mineros lo ayudan a colocar la pintura en la entrada del acceso al lugar donde cientos de rescatistas luchan incansablemente para extraer toneladas de agua de la cavidad inundada durante los trabajos de excavación con varias motobombas.
“Eso quiere decir que (el cuadro) fue aceptado, esa es mi interpretación. Si hubiera sido rechazado, a lo mejor la gente ya le estaría tirando piedras”, dice el pintor, quien asegura que no tiene ningún fin comercial.
Roberto Márquez ha realizado propuestas artísticas similares en otros contextos trágicos: en Texas, tras el hallazgo en junio en San Antonio de 50 migrantes asesinados en un camión, o el asesinato en mayo de 19 niños en una escuela de Uvalde. Pero también cerca de Kyiv en marzo, en las primeras semanas de la invasión rusa de Ucrania.
Los familiares que acampan angustiados alrededor de la mina observan con curiosidad el trabajo. Una joven se ofrece a publicar mensajes de aliento.
“Hemos estado allí”
En el campamento improvisado, los tenedores se mueven sobre platos de estofado de pollo y espaguetis con salsa de tomate.
A la hora del almuerzo, Angélica Solano, ama de casa de 58 años de Sabinas, municipio al que pertenece Agujita, trajo junto a tres miembros de su familia grandes charolas cargadas de comida.
“Cada vez que hay un desastre o alguien necesita nuestro apoyo, hemos estado allí. Y todavía lo estamos hoy”, dijo mientras entregaba a los desconcertados familiares.
Estos últimos, junto a muchos voluntarios espontáneos, jugaron un papel decisivo en las primeras horas del rescate en curso.
Ronaldo Mireles, hijo de Juan Carlos, uno de los mineros que no se sabe si aún vive, trabajó incansablemente para ayudar a instalar las bombas.
Bajar el equipo hasta el fondo de las tres bocas de acceso tomó hasta un día completo a la vez, dice Ronaldo Mireles, de 24 años.
Su “equipo”, integrado por siete voluntarios y diez soldados mexicanos, se encargó de transportar el equipo 60 metros bajo tierra mediante grúas y un camión, y de tender las tuberías a 100 metros del área de rescate para escupir el agua fangosa bombeada.
“Trabajamos día y noche. Hace apenas dos días logré volver a casa para dormir un poco”, dijo a la AFP, esperando que los rescatistas, que lograron entrar el viernes bajo tierra en la cavidad gracias al incesante bombeo de agua, lo hagan. venid con buenas noticias desde las entrañas de la tierra.
08/12/2022 21:31:15 – Agujita (México) (AFP) – © 2022 AFP
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