Ciencias

¿sexto sentido o simple reflejo?

¿Alguna vez has experimentado la sensación de ser observado cuando nadie está en tu campo de visión? Nada más normal. Esta impresión de sentirse observado sin haber encontrado una mirada directamente es una experiencia común, vivida por más de 9 de cada 10 personas, según el número de julio de la revista ”Cerveau & psycho”, al punto que este fenómeno lleva el nombre académico: scopesthesia.

La sensación de ser observado ha sido objeto de estudio científico durante más de un siglo y ha dado lugar a expresiones como “tener los ojos en la espalda” o “detrás de la cabeza”. ¿Tenemos un sexto sentido? ¿Es por casualidad? ¿La percepción está siempre ligada a nuestros sentidos?

De hecho, varios estudios que registran la actividad de las células cerebrales individuales han demostrado que ciertas células se disparan cuando alguien mira a una persona, explicó un artículo de ”Psychology Today” publicado en 2011, la visión humana depende de al menos diez regiones distintas del cerebro. Esta forma de intuición se puede comparar con un mecanismo de supervivencia, ya que todo lo que está detrás de nosotros representa un peligro potencial inmediato que puede obligarnos a defendernos o ponernos las piernas alrededor del cuello. Así, la percepción de las cosas que nos rodean va mucho más allá de nuestros cinco sentidos, que son la vista, el olfato, el gusto, el oído y el tacto.

el blanco de nuestros ojos

Además de nuestro cerebro, nuestros ojos juegan un papel determinante. Sepa que los ojos humanos tienen la esclerótica blanca más visible. Nuestros “ojos blancos” nos permiten seguir fácilmente la mirada de nuestros semejantes y, por lo tanto, hacen que sea más fácil saber hacia dónde mira alguien sin estar necesariamente frente a ellos. La posición de la cabeza y el cuerpo de las personas que nos rodean también nos envía una señal.

READ  Habría habido una glaciación a gran escala en Marte

Finalmente, los científicos plantean la hipótesis de que cuando sentimos que alguien nos está mirando, no podemos evitar girar o voltear la cabeza para ver si es así. Este reflejo provoca un movimiento, un cambio de postura que nos llamará la atención. De esta manera, favorecemos el encuentro con otras perspectivas. Y si en la mayoría de los casos, cuando volvemos la cabeza, nadie nos está mirando, extrañamente son las pocas veces que atrapamos a alguien mirándonos que recordaremos…

Prudencia Febo

"Explorador. Entusiasta de la cerveza. Geek del alcohol. Gurú de Internet sutilmente encantador. Erudito de la web en general".

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba