Entre los babilonios, un calendario administrativo ideal, desconectado de la realidad

Todo el mundo ha oído hablar de Babilonia, pero pocos conocen los detalles de la historia de esta antigua ciudad. Sin embargo, representa un centro casi legendario de Mesopotamia. A lo largo de las dinastías, ocupaciones e incluso tras la conquista persa y la pérdida definitiva de su independencia, la ciudad siguió siendo un centro desde el que la cultura y la ciencia irradiaban mucho más allá de sus fronteras. Cuando hablamos del calendario babilónico hoy en día, en realidad estamos hablando de la medida del tiempo para toda Mesopotamia.

El Tratado del Arado

Para entender la civilización babilónica, debemos remontarnos más atrás, a los sumerios. Esta enigmática tribu -todavía no sabemos de dónde procedía- se asentó entre el Tigris y el Éufrates antes de finales del IV.^y milenio antes de Cristo. Construyó una constelación de ciudades-estado que se encontraban entre los primeros asentamientos urbanos importantes de la historia. Los sumerios inventaron muchos conceptos que nos son familiares hoy en día, comenzando con la escritura cuneiforme, que más tarde continuaron las civilizaciones mesopotámicas, incluida Babilonia.

Los sumerios no inventaron el primer calendario codificado, los egipcios probablemente los precedieron por siglos, pero aun así desarrollaron una de las primeras herramientas para medir el tiempo. Y pasó a sus sucesores.

En 1894 aC, una dinastía amorrea, un pueblo nómada que