Tras un mes de mayo récord y la primera ola de calor de la historia en junio, el mes de julio ofrece a los españoles una de las olas de calor más largas desde 1975.
“¡Agua fresca!” En este pequeño comercio del centro de Madrid, el mensaje escrito en letras grandes sobre una sábana blanca llama la atención y es un éxito entre los turistas atónitos por el calor abrasador. La media tarde del viernes era de 39°C a la sombra, la media de las temperaturas observadas a lo largo de la semana en la capital española. Si el país es conocido por su sol y sus altas temperaturas veraniegas, los propios españoles se están asfixiando.. “En verano es normal que haga calor, pero este calor no es normalresumió la agencia meteorológica española (Aemet) en Twitter el pasado sábado.
En el punto álgido del episodio de calor, entre martes y jueves, varias ciudades superaron los 44°C. Este fue el caso, por ejemplo, de Córdoba y Sevilla en Andalucía, o en Badajoz en Extremadura, en la frontera con Portugal, país también golpeado por el calor extremo. En casi todas partes de España sueles tener que esperar al menos una hora…
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