Hace 60 años, Argelia celebró por primera vez su independencia
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Este paso de la antorcha, Mohamed Batache lo esperaba desde hace sesenta años. Tu paciencia finalmente será recompensada bajo el cielo nocturno de Tipaza, un pueblo costero ubicado a unos 70 kilómetros al oeste de Argel. La compañía de jóvenes músicos, que reclutó y entrenó, está invitada a participar el lunes 4 de julio en el desfile por las calles de la antigua ciudad romana, que da inicio a las celebraciones del 60 aniversario.y aniversario de la adhesión deArgelia a la independencia
Desde hace semanas, la orquesta, afiliada a los scouts de Cherchell y premiada como la segunda mejor charanga del país, ensaya sin descanso las canciones militares elegidas por el profesor. “La sucesión está asegurada”sonríe Mohamed Batache, con la satisfacción del trabajo bien hecho.
Tenía casi su edad cuando participó en los festejos organizados con motivo de la proclamación de la independencia del país. A la vanguardia, como tus alumnos de hoy. La operación fue montada en el más absoluto secreto por oficiales del Ejército de Liberación Nacional (ALN) cuando los argelinos acudieron a las urnas para el referéndum de autodeterminación, celebrado el 1ejem julio de 1962.
En ese momento, Mohamed Batache asistía al Conservatorio Nacional de Música de Cherchell, donde aprendió a tocar el saxofón. “Nos invitaron a prepararnos para un desfile. Nos montamos en un autobús sin saber a dónde íbamos. Apenas tuvimos tiempo de empacar.recuerda el más joven de la banda, que acababa de cumplir quince años.
“Celebrar la victoria sobre el colonialismo”
El entrenamiento tiene lugar en el cuartel general de la wilaya IV, un regimiento del ejército revolucionario, suspendido en las empinadas laderas de Tell Atlas. Las condiciones son rudimentarias, disciplina de hierro. Bajo el calor para derretir el asfalto, los músicos principiantes, armados con sus instrumentos, van y vienen al frente de una procesión en la que los guerrilleros, en orden apretado, aprenden a caminar al paso. “Era nuevo para ellos. Nunca antes habían hecho esto”.destaca el saxofonista de la banda.
Tras tres días de ensayo, la mañana del 3 de julio emprenden una gira inolvidable. Primero Medea, luego Blida. En cada parada, una multitud exultante rompía las cadenas y restricciones impuestas por una larga dominación colonial. “Tahia El Djazair”, “Istiklal”… Los gritos que rasgan el aire aún resuenan en los oídos del concertista. “Estábamos con las familias. El recibimiento fue cálido. Fue un momento de comunión y reencuentro.recuerda Mohamed Batache.
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