“Mear sobre las begonias”, siesta, champán… Gilles Bouleau cuenta su entrevista lunar con Vladimir Poutine
Este viernes 17 de junio, Gilles Bouleau fue el invitado del Daily en TMC. En el programa, el presentador retomó una entrevista que habrá marcado su carrera como periodista: la del líder ruso Vladimir Putin, en 2014.
Este encuentro con Vladimir Poutine habrá marcado a Gilles Bouleau. De hecho, el periodista de TF1 resumió su entrevista con el dirigente ruso en el plató de TMC de este viernes 17 de junio. Una entrevista que hizo en su momento con Jean-Pierre Elkabbach para TF1 y Europa 1 en 2014 en Sochi en Susse.
La interminable espera antes de tu cita
“A las 15 horas, todavía no había ningún microbús que nos llevara del hotel a la residencia de Poutine”, explica Gilles Bouleau. Si la reunión está prevista a las 14 horas por el Kremlin, la salida para ir al lugar de la entrevista era recién a las 17 horas. Y cuando los dos periodistas llegan al lugar: “Llegamos a una habitación cinco veces más pequeña que esta (en comparación con el plató de ‘Diario’). Sin inodoro, sin grifo, sin nada para comer. El detalle es importante”, dijo el periodista.
Los camarógrafos rusos luego se unieron a ellos. “¡Agentes rusos del FSB!” Según el presentador estrella de JT de TF1.
Ante la larga e interminable espera, dice: “Fui a mear en las begonias, salimos, fui a beber…” Después de numerosos intercambios con el jefe de prensa, Gilles Bouleau logró realizar esta famosa entrevista… la siesta del maestro del Kremlin.
Para Gilles Bouleau, este retraso es obviamente una estrategia bien ensayada por el presidente ruso.
Vladimir Putin “dinero” detrás de escena
Al final de la reunión, el presidente ruso reaccionó ante la osadía de su entrevistador, diciendo que ningún periodista ruso “se atrevería” a hacer ninguna de las preguntas. Vladimir Poutine luego, según Gilles Bouleau, imitó con su pulgar el signo de una garganta cortada. Con su colega Jean-Pierre Elkabbach, el periodista concluyó esta sorprendente entrevista con unas copas de champán georgiano.
“No creo que se avecine una guerra”, respondió Vladimir Putin en ese momento. Pasaron ocho años antes de que el líder ruso invadiera las fronteras del país vecino el 24 de febrero.
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