Los delfines reconocen a sus amigos por el sabor de su orina
Los delfines pueden reconocer a los congéneres con los que se han cruzado por el sabor de su orina además de su silbido, según un estudio publicado en la revista Science Advances.
“Los delfines son los primeros vertebrados para los que demostramos reconocimiento social solo por el gusto”, dijo a la AFP Jason Bruck, autor principal del estudio. Ellos “mantienen la boca abierta y prueban la orina de personas conocidas por más tiempo” que la de personas desconocidas, explicó.
Este trabajo, basado en la observación de las reacciones de ocho delfines nariz de botella (Tursiops truncatus) en cautiverio, arroja luz sobre una pregunta que los científicos se han estado haciendo durante mucho tiempo, es decir, si los animales pueden categorizar a los miembros de su especie como “amigos”. “, como los humanos.
“En el océano, es difícil encontrar a otros, y escuchar u oler a un individuo familiar a través del gusto es un indicador importante” para localizarlo, explica el estudio.
Sobre todo porque la orina tiene la ventaja de permanecer mucho tiempo en el agua, incluso después de que el animal se haya ido.
Así como los perros se huelen cuando se aparean, inspeccionar los genitales de otros individuos es una práctica común entre los delfines. Esto les da la oportunidad de probar la orina del otro.
Para averiguar si los delfines reconocen a sus compañeros de esta manera, los científicos primero entrenaron a otros delfines para que proporcionaran voluntariamente su orina, gracias a las recompensas de comida. Las muestras se recogieron en jeringas.
Luego, los investigadores compararon la reacción de los ocho delfines (dos hembras y seis machos) cuando se vertieron muestras de agua u orina en sus tanques. Como resultado, los animales pasaron el doble de tiempo analizando la orina que el agua.
En un segundo paso, se analizaron muestras de orina de delfines familiares y otras de delfines desconocidos: los individuos pasaron tres veces más tiempo probando las muestras conocidas que las extrañas.
Finalmente, los científicos agregaron sonido a través de parlantes. Los delfines tienen la particularidad de que cada uno tiene un silbido único, que desarrollan cuando son jóvenes.
Al verter la orina, se tocaban silbidos del delfín correcto que proporcionó la muestra, o de un delfín completamente diferente y, por lo tanto, incompatible.
Cuando el silbido coincidía con el individuo al que pertenecía la orina, los delfines pasaban más tiempo cerca de los altavoces, demostrando que esta combinación generaba mayor interés.
Según los autores del estudio, es “probable que los delfines puedan obtener otra información de la orina, como el estado reproductivo”.
Y puede ser útil en el futuro estudiar cómo la contaminación marina afecta la capacidad de los delfines para reconocer a sus congéneres. “Podría ser que esto impida que los machos identifiquen hembras capaces de reproducirse”, dijo Jason Bruck.
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