La diplomacia científica, más necesaria que nunca
La Semana de la Diplomacia Científica comenzó ayer en Ginebra por iniciativa de la fundación Geneva Science and Diplomacy Anticipator (GESDA). La diplomacia científica es un término genérico que designa todos los intercambios (oficiales o no) y esfuerzos colaborativos entre países y/o instituciones en el desarrollo, regulación y acceso a las innovaciones tecnológicas y científicas. Esta actividad poco conocida es, sin embargo, crucial en muchas áreas sensibles, como la resistencia a los antibióticos, la lucha contra el cambio climático y las pandemias.
“Existe una necesidad urgente de cerrar la brecha que existe entre las comunidades científica y diplomática en la gobernanza y regulación de las tecnologías emergentes con profundos impactos sociales, económicos y geopolíticos, como la inteligencia artificial, la computación cuántica, la genómica o las neurotecnologías. También debemos asegurar la coordinación entre países para que estas innovaciones sean accesibles y beneficien al mayor número de personas”, dice el Dr. Marga Gual Soler, una auténtica pionera de la diplomacia científica a escala internacional, responsable de la programación de la Semana de Ginebra. Bióloga molecular, estuvo en el centro de la normalización de las relaciones científicas entre Cuba y Estados Unidos.
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