Además de la devastación y muerte provocada por los misiles rusos, la invasión también provocó inundaciones en Demydiv, a unos 50 kilómetros al norte de Kiev, tras un ataque ruso a una presa cercana. “El agua nos invadió. Hemos estado luchando mucho”, dice Maria Didovets, que lleva botas de goma, con el agua hasta los tobillos, frente a su casa, cuyo sótano sigue inundado.
El ataque ruso golpeó la represa y una planta hidroeléctrica en Kiev a fines de febrero, enviando una avalancha de agua a partes de Demydiv, dijo el funcionario de la aldea Oleksandr Melnychenko.
Las bombas zumban mientras extraen agua de los sótanos de docenas de casas, un lugar favorito para almacenar alimentos en muchos hogares ucranianos. En algunos lugares, el nivel del agua todavía llega hasta las rodillas.
Cuando las tropas rusas comenzaron su ofensiva a fines de febrero para capturar KievDemydiv, una colonia de pequeñas casas con jardines, se encontró en el corazón de la guerra.
Para bloquear el avance ruso, el ejército ucraniano voló el puente cerca del pueblo que cruza el río Irpin, como lo hicieron en otros lugares cerca de Kiev.
Desviado a Boucha
La carretera que cruza Demydiv y este puente va directamente al centro de Kiev. Se tarda aproximadamente una hora en coche para llegar al palacio presidencial. Incapaces de cruzar, los invasores giraron en otra dirección, y Oleksandr Melnychenko explicó que terminaron yendo en la dirección opuesta. Boutcha, la ciudad ahora sinónimo de acusaciones de crímenes de guerra que involucran a soldados rusos.
“Si no hubiéramos hecho eso… los rusos habrían disparado desde el interior de Kiev”, dijo, y agregó que esto les impidió llegar a otros dos lugares en el camino a la capital. Además de volar el puente, las autoridades abrieron la presa, elevando el nivel del río unos 30 centímetros y haciéndolo demasiado ancho para que los rusos lo crucen usando un pontón, dijo.
“Solo quiero paz”
Sin el vertedero en las afueras de Demydiv, el agua embravecida probablemente habría causado un daño mucho mayor. Unas 60 de las 750 casas de Demydiv se vieron afectadas por las inundaciones, mucho menos que las 200 o más dañadas o destruidas durante los combates. Pero dos meses después, los esfuerzos para bombear el agua aún están en marcha.
Deshacerse de toda el agua y secar las casas parece que tomará algunas semanas más. Sin embargo, los ingenieros lograron restaurar parcialmente el puente sobre el río Irpin para que los autos pudieran usarlo nuevamente.
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