En la frontera con Ucrania, Matteo Salvini humilló públicamente
CRISIS UCRANIA – Un truco publicitario que falla. Este martes 8 de marzo, cuando esperaba aprovechar la crisis ucraniana para pagar una plataforma internacional, el ex ministro del Interior italiano Mateo Salvini en realidad experimentó un fracaso brutal.
A pocos kilómetros de la ciudad ucraniana de Lviv, en el lado polaco de la frontera donde solía viajar cientos de miles de ucranianos expulsado por la guerra, se suponía que el líder de identidad se reuniría con el alcalde de Przemyśl para un comunicado de prensa conjunto. Sorprendentemente, dadas sus posiciones habituales contra migrantes y refugiadosesperaba pronunciar un discurso en apoyo de los ucranianos desplazados.
Pero cuál fue la sorpresa de Matteo Salvini cuando su interlocutor, Wojciech Bakun, lo humilló frente a las cámaras de televisión, regañándolo duramente por su admiración por Vladimir Putin.
De hecho, el funcionario electo local le ofreció, en polaco, a Matteo Salvini acompañarlo a un campo de refugiados ucranianos en la frontera cercana. Y esto para “ver con tus propios ojos lo que ha hecho tu amigo Putin”, con la condición de que use un “don” muy especial…
“¡Tonto, payaso!”
Porque es en este momento que Wojciech Bakun eligió lucir una camiseta que lució notablemente Matteo Salvini en 2014 en la Plaza Roja de Moscú, con un retrato del presidente ruso y la mención “Ejército de Putin”.
Bastante tímido ante esta puesta en escena, y bajo los gritos de “bufones” y “payasos” lanzados por fotógrafos y periodistas italianos, el líder de la Lega se dio vuelta entonces sin hablar.
Una secuencia desastrosa que estuvo acompañada, en Italia, por una serie de burlas en el escenario político. Comenzando por el ex primer ministro Matteo Renzi, quien dijo que le pidió a su colega senador que regresara al país lo antes posible. “Le expliqué que lo que necesitamos ahora es política, no payasadas”.
Sobre todo desde un poco antes en su intervención, Wojciech Bakun no dudó en marcar la distinción entre su presentador del día y el resto de la clase política italiana. “Queremos expresar nuestra profunda estima por todas las organizaciones italianas, todas las empresas en Italia que nos apoyan”, dijo.
Notorio euroescéptico y ferviente admirador de Vladimir Putin, Matteo Salvini atraviesa un momento político particularmente difícil. Sus detractores recuerdan especialmente sus comentarios elogiosos al presidente ruso (“Hombres como él, que se preocupan por los intereses de sus propios ciudadanos, se necesitarían docenas de ellos” o incluso “Cambiaría dos presidentes de Mattarella por medio Putin”). y las fotos en las que aparecía vestido con la efigie del maestro del Kremlin, incluso en el parlamento europeo. Un pasivo que acabó empañando gravemente su imagen el martes.
Véase también en el Huff Post: A los 97 años, la tenista más vieja del mundo no quiere irse de Ucrania
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