Aferrado a sus jugosos tratos con Moscú, el excanciller Gerhard Schröder se convierte en un paria político en Alemania
Una semana después de la invasión de Ucrania por las tropas rusas, el exjefe del gobierno alemán todavía se niega a condenar al Kremlin y a su amigo Vladimir Putin.
Corresponsal en Berlín
El ex canciller Gerhard Schröder se está convirtiendo en un paria político en su propio país. Una semana después de la invasión de Ucrania por las tropas rusas, el exjefe del gobierno alemán todavía se niega a condenar al Kremlin y a su amigo Vladimir Putin. Tampoco está dispuesto a renunciar a sus cargos en las empresas de gas rusas, lo que despierta la ira de sus conciudadanos y de una parte cada vez mayor de sus camaradas socialdemócratas.
A diferencia de sus antiguos colegas austríacos, italianos, finlandeses o franceses, como François Fillon, que dejaron sus puestos en las principales empresas rusas, el predecesor de Angela Merkel sigue siendo el único exlíder europeo de alto nivel que se ha puesto de pie, sin condenar la intervención militar rusa solo de boquilla.
“Hubo muchos errores, de ambos lados (Occidental y ruso, nota del editor). Pero los intereses de Rusia tampoco justifican el uso de medios militares”, dijo. él dijo…
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