La ANSM, que está piloteando la experimentación con cannabis para uso médico, definirá las especificaciones de los medicamentos a base de cannabis que producirá el futuro sector francés. Un comité científico temporal de 11 miembros se centrará durante cuatro meses en “las especificaciones de la cadena de producción, desde la planta hasta el fármaco”, según un comunicado de prensa publicado el jueves.
Nicolas Authier, psiquiatra y farmacólogo del Hospital Universitario de Clermont-Ferrand, que presidió el comité científico temporal de experimentación con cannabis para uso médico, será uno de sus miembros. Esta comisión está compuesta por representantes de los distintos ministerios implicados (agricultura, sanidad, economía, interior), del Instituto Nacional de Investigaciones Agrarias, Alimentarias y Medio Ambiente, del Consejo Nacional de la Orden de Farmacéuticos. Desde finales de marzo de 2021, el uso de cannabis medicinal está autorizado en Francia como parte de un ensayo de dos años en el que participaron 3000 pacientes.
Esa experiencia, reunida por la ANSM, no concierne a la efectividad de los tratamientos -ya observados en el exterior- sino a la factibilidad de generalizar su uso en el territorio nacional. Sus resultados se esperan para septiembre de 2023.
Francia vive un “retraso muy lamentable”
En el plazo de cuatro meses, este comité deberá emitir un dictamen sobre los niveles de THC (tetrahidrocannabinol, la molécula psicotrópica del cannabis) y CBD (cannabidiol, la molécula relajante sin efecto narcótico) de las plantas, así como la variedad de plantas usado. El comité también decidirá sobre la trazabilidad, los controles necesarios para el cultivo de plantas y los criterios de calidad farmacéutica. Escuchará a los actores involucrados, incluidos muchos actores económicos que ya están en las filas.
Los productos a base de cannabis que se utilizan actualmente son todos importados del extranjero (Canadá, Australia, Portugal, Israel, etc.). Se prescriben a pacientes que padecen enfermedades graves (ciertas formas de epilepsia, dolor neuropático, efectos secundarios de la quimioterapia, cuidados paliativos o esclerosis múltiple), y solo en caso de impasse terapéutico con los tratamientos existentes. En este ámbito, Francia está experimentando un “retraso muy lamentable”, según un informe parlamentario publicado en junio de 2021, que señalaba que una cincuentena de países (Israel, Alemania, Reino Unido, Portugal, etc.)
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