La banda de frecuencia de 6 GHz no es nada excepcional en sí misma, pero su apertura a nuestros dispositivos Wi-Fi ayudará a aliviar las bandas ya utilizadas, ahora a menudo saturadas. Distribuir la carga en tres bandas de frecuencia en lugar de dos ayudará a aliviar la congestión de la red.
Uno de los problemas del Wi-Fi en la actualidad es que la banda de frecuencia de 5 GHz, que ofrece el mejor rendimiento, se comparte con otro tipo de equipos, como radares meteorológicos y satélites, que tienen prioridad. La banda de 2,4 GHz, que tiene un mejor alcance, puede a su vez entrar en conflicto con Bluetooth, por ejemplo.
Además, nuestro consumo de Internet y, por tanto, nuestras necesidades de conexión están en constante evolución. Y la tendencia no va a disminuir, ya que muchos usuarios todavía necesitan cambiar a fibra óptica y la demanda de vídeo transmitido en vivo
en particular, muy ávido de ancho de banda, creciendo rápidamente.
Al agregar la opción 6GHz, tenemos acceso a nuevos canales y una experiencia mucho más placentera; como resultado, ganancias de rendimiento y reducción de latencia, todo de manera práctica y no teórica esta vez.
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