Ofensiva de Beijing para que la gente olvide el “virus chino”
Cuando Xi Jinping habló por primera vez con los chinos sobre el nuevo coronavirus el 20 de enero de 2020, después de un mes de silencio, se definió su estrategia. El líder comunista va a la guerra por “Detente decididamente” la epidemia. Se espera que controle el trastorno de salud que surgió a principios de diciembre de 2019 en Wuhan, una ciudad de 11 millones de habitantes, y que ahora afecta a Beijing y Shanghai. Xi quiere poner a China a la vanguardia de la lucha planetaria en curso. Decide, sobre todo, hacer todo lo posible para que el mundo dude del origen del SARS-CoV-2. La historia debe olvidar el “Virus chino”.
Ha comenzado una poderosa campaña de propaganda estatal, cuyos contornos aún no se conocen. Comienza con el asombro causado por el nuevo virus, a principios del año 2020. Para las autoridades chinas, primero es necesario no revivir el trauma del síndrome respiratorio agudo severo (SARS), la primera epidemia mundial del XXI.y siglo, que manejaron mal y causaron pánico en Asia en 2002-2003 (774 muertes en todo el mundo).
En Wuhan, la neumonía ha ido en aumento durante varias semanas. “Hasta ahora, la policía de Wuhan ha arrestado a ocho personas que difundieron rumores que relacionan la neumonía con el SARS”., Escribe el Tiempos globales el 6 de enero de 2020. Afortunadamente, “El virus encontrado en Wuhan parece mucho menos grave que el que causó el SARS”, asegura, en el diario estatal, Liu Youning, epidemióloga que trabaja en un hospital militar.
El canal australiano ABC informará que, a octubre de 2019, decenas de personas han sido hospitalizadas con síntomas de fiebre y tos en la capital regional de Hubei. A su vez, el New York Times y ProPublica revelará que, para encubrir el alcance de la epidemia inicial, la propaganda china se basó en 3.200 directivas y 1.800 memorandos enviados a agentes locales en todo el país.
Quien alaba
En Ginebra, la Organización Mundial de la Salud (OMS) esperará tres meses para anunciar que el planeta se enfrenta a una nueva pandemia el próximo 11 de marzo. Para Beijing, que ha fortalecido su influencia en los últimos años, la institución está bajo control. En 2017, su director, Tedros Adhanom Ghebreyesus, cantó los elogios de la “Modelo de salud chino”, lo que sugiere que un “Ruta de la seda hacia la salud” como parte del proyecto “Belt and Road Initiative” que Beijing está desarrollando en todo el mundo.
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